Casos extremos, dolorosísimos, terribles, sucederán en Mi Santa Iglesia, porque hijos, el cristianismo repele a los demonios y a toda criatura que odia a Dios. Yo, Jesús, os hablo.
Habrá hechos muy dolorosos hacia los cristianos, porque el enemigo de Dios tiene también preparado su ejército para lanzarlo contra Mi Iglesia y, hay sacerdotes corruptos que también forman parte de ese ejército negro, para luchar contra todo lo que sea cristiano y contra todo aquel que ame a Cristo y a Su doctrina. Yo, Jesús, os hablo.
Pero hijos, Yo Soy el mismo siempre, ayer y hoy y, Soy el Buen Pastor, Vuestro Hermano mayor, a quien Nuestro Padre encomendó a las almas. Y todo aquel que confía en Mí, que no se amedrenta ante el sufrimiento por Mi causa, Yo no lo abandonaré a su suerte, y si bien muchos padeceréis amarguras de toda índole, Yo, el Buen Pastor, os daré las gracias suficientes para soportar toda clase de ignominias y tribulaciones, y en muchísimos casos, hasta gozos (tendréis) en el sufrimiento, para más confusión de Mis enemigos y los enemigos de todo lo santo. Yo, Jesús, os hablo.
Ved, hijos Míos, que hay una bienaventuranza que dice: Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan por Mi causa (Mt 5,11), porque en todos los tiempos Mis verdaderos hijos, Mis seguidores, han sido perseguidos, en unas épocas más, en otras menos, pero ahora en estos últimos tiempos serán más perseguidos, más acosados, más calumniados y el que persevere hasta el final, tendrá una corona tal que en mente humana no cabe. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Santa Madre ruega por esos amargos días en los que Mi Iglesia padecerá. Rogad también vosotros para que vuestra fe se mantenga, para que vuestro ejemplo confunda, para que vuestra entrega y amor hacia Mí no decaigan ni un ápice, porque hijos, en toda batalla hay que ser valientes y poner todo lo que esté de vuestra parte, pero en la batalla del bien contra el mal, hay que se heroicos. Yo, Jesús, os hablo.
Consagraos a Mi Santo Arcángel Miguel. Rezadle la coronilla, propagadlo, que en vuestra vida espiritual él tenga un lugar asiduo. Mi valeroso Arcángel ayudará en esta batalla con la misma fuerza y el ahínco que lo hizo en la batalla celestial contra Lucifer. El, es Mi fiel servidor y valeroso Arcángel al que os pido que no dejéis de honrarle, y lo mismo a Mi padre José, cuyo poder y bondad en el Cielo son inimaginables. Yo, Jesús, os hablo y os prevengo. Mi paz y amor sea para todo aquel que desea llegar al final de sus días en Mis filas.
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