Todo aquel o aquella que poco o mucho, de una forma o de otra, trabaje en favor de la extensión del Reino de los Cielos y por el bien de las almas, no quedará sin recompensa, recompensa siempre en la medida según sea su celo apostólico. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Nadie desmerezca ninguna acción por insignificante que sea por el bien del Cuerpo Místico, porque una pequeña acción, apenas imperceptible, puede ser la impulsora de la conversión de un alma. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Cuando un alma quiere hacer algo por otras almas, pronto el enemigo mortal de Dios le quita las ganas, haciéndole creer que no tiene importancia su decisión para que la posponga y no la lleve a cabo, pero hijos de Dios, las cosas del Cielo no son como las de la Tierra, y Yo que Soy el Santificador, la más ínfima acción puedo convertirla en un hecho trascendental en la Santa Madre Iglesia. Ved que el Salvador os dijo que si tuvierais fe como un grano de mostaza podríais mover montañas (Mt 17,20), pues mucho más podéis mover almas, porque Yo ayudo y secundo a quienes desean hacer el bien a favor de las almas y de la Santa Iglesia. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Dios Todopoderoso siempre hace grandes obras con cosas pequeñas y corrientes, así ved que para la Eucaristía tomó pan y vino, no tomó oro, ni perlas valiosas, porque Soy Yo, Espíritu de Dios, quien convierte lo ínfimo, lo pequeño, en grande.
Por eso, hijos de Dios, no desmerezcáis nada en favor de las almas. Un folleto entregado a alguien, una estampa, una oración, una genuflexión, todo hecho por amor a Dios y con el deseo de querer ayudar a las almas Yo, Espíritu de Dios, lo secundo y lo santifico. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
No hagáis vuestras vidas estériles, no seáis holgazanes, ni perezosos en la cosas de Dios. Sembrad, sembrad, sembrad, para que la semilla caiga en tierra buena y de fruto abundante. Hijos, leed el Evangelio y meditadlo, en el está la mejor de las catequesis, pues es el Redentor, la Palabra de Dios hecha Carne, quien os instruye. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.
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