Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

08 julio, 2011

Los mensajes no se deben leer como si fueran cartas, deben leerse con el alma limpia de rencillas y odios, con santas disposiciones

Todo está anunciado. Yo, Jesús, os hablo.

Todo lo que vais a padecer está anunciado, todo lo que pasareis, está anunciado, todo se os ha dicho en sucesivas ocasiones por diferentes instrumentos, para que nada os venga de sorpresa, ni os pille desprevenidos. Yo, Jesús, os hablo.

Pero hijos, aunque todo está anunciado, muchas cosas no las entendéis y por eso los mensajes lo mismo que el Evangelio, debéis leerlo pidiendo luz a Mi Santo Espíritu y debéis pedir ayuda a vuestro Santo Ángel de la Guarda. Todo está anunciado, pero también anunció el Cielo Mi primera venida como Mesías y cuando llegó la hora ni siquiera el pueblo escogido lo entendió, solo unos cuantos. Y en el momento de Mi prendimiento, Mis apóstoles que Me amaban tampoco lo entendieron, a pesar de que Yo ya se lo había anunciado.

Así va a volver a pasar de nuevo, porque muchos os quedáis en la letra y no profundizáis, y no lo constatáis a la luz de Mi Santo Espíritu y llega lo anunciado y sucumbís porque no habéis entendido lo que se os ha dicho. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, los mensajes no se deben leer como si fueran cartas, deben leerse en espíritu de oración, con el alma limpia de rencillas y odios, con santas disposiciones, preguntándome ¿qué quieres Señor decirme? Y pidiendo ayuda a Mi Santo Espíritu para que os abra los ojos del alma y os de el don de entendimiento. Yo, Jesús, os hablo.

Todo, hijos Míos, está anunciado. Unas veces simbólicamente, otras más claro, otras en profecías, otras en hechos concretos, pero todo está anunciado. Así que leed con los ojos del alma y, recordad después en los momentos en que se cumplan las profecías, que el Cielo os avisó una y otra vez y que lo que venga ya estaba anunciado. Pero hijos, que nos os sirva el anuncio de determinados eventos para crear en vosotros pánico, porque Yo Soy el Buen Pastor que da la vida por Sus ovejas y, cuido de ellas con Mi Propia Sangre, que se derrama en el Sacrificio Eucarístico por todos vosotros. Yo, Jesús, os hablo y os aviso. Mi paz esté con todos vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario