Todo lo que hagáis por Mí, os lo pagaré con creces

 Ni un vaso de agua que diereis en Mi nombre quedará sin recompensa. Yo, Jesús, os hablo (Mc 9,41)

Hijos Míos, que siempre miráis mal a quienes os incordian, a quienes os molestan, a quienes os hacen la vida imposible, contemplad Mi vida que pasé haciendo el bien y a pesar de todo Me trataron como a un malhechor y Me crucificaron. Yo, hijos Míos, no guardé rencor a ninguno de los que Me hicieron mal y tampoco lo guardó Mi Santa Madre. Pero vosotros con una sola palabra que os digan con desaire ya estáis afectados y enfadados. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, que mal vivís Mi Evangelio ¡que mal! Vuestra vida cristiana deja mucho que desear. No sabéis sufrir nada por Mi causa, os amáis tanto a vosotros mismos que no sabéis amarme a Mí bajo ningún aspecto. Si recibís bienes os creéis que os lo merecéis y si recibís males, aunque solo sean desaires, ya estáis afectados hacia quienes os lo hacen, y eso que Yo os mandé amar a vuestros enemigos, mucho más a vuestros compañeros o amistades que, aunque de vez en cuando se metan con vosotros, eso no quiere decir que os odien ni mucho menos.

Hijos, cuando empecéis el día proponeros vivirlo como Mi Madre lo viviría, en amor a Dios y al prójimo, porque cuanto os cuesta amar al prójimo, pero luego vosotros si que Me pedís paciencia y misericordia por vuestras caídas y, Yo os lo otorgo porque os amo de todo Corazón y no solo porque Me honréis, aunque sea mediocremente.

Hijos Míos, todo lo que hagáis por Mí, por insignificante que sea, Yo os lo pagaré con creces, una sonrisa, una palabra amable, si lo hacéis por amor a Mí Yo os lo pagaré, pero os pido que a vosotros no os afecte el trato con algunas personas de vuestro trabajo o de vuestra comunidad, mas bien pedidme por ellos cuando se comporten de forma desagradable u os hagan o digan cosas que os molesten, así hijos Míos, devolveréis bien por mal y vuestra compostura será cristiana tal y como Yo deseo que sea. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz a todo aquel que  leyendo estos comunicados los pone en práctica y los  propaga. Yo, Jesús, os hablo.