Alma Mía, cualquier cosa que haga Dios por insignificante que sea, será algo bello e instructivo. Yo, Jesús, te hablo.
Porque en la infinita sabiduría de Dios todo en esta vida tiene una razón de ser, aunque vuestra capacidad, vuestra ciencia no alcance a comprender muchas, muchísimas, cosas. Yo, Jesús, te hablo.
Y así, aunque una mota de polvo parezca una cosa estéril e insignificante, todo en la sabiduría de Dios tiene un significado, una razón de ser. Perdisteis en el Paraíso la Ciencia Infusa y ahora muchas cosas no se comprenden, pero Mi Padre Eterno todo lo hizo bien y vio que todo era bueno ( Génesis 1) Yo, Jesús, os hablo.
Cuando recibes un mensaje, aunque no te guste, tiene también una razón de ser, y por eso, debes darlo a conocer, porque ese mensaje que a ti te produce rechazo, puede ser necesario para alguien que lo lea y comprenda muchas cosas, incluso hasta desvíe su vida pecaminosa hacia derroteros santos. Yo, Jesús, te hablo.
No hagas pues, alma Mía, resistencia a nada de lo que recibes, no menosprecies ningún comunicado, aunque a ti no te guste, Yo te utilizo para las almas no para darte gusto, lo hago para el bien de las almas, te guste o no te guste. Yo, Jesús, te hablo.
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