Juicios imaginarios hacen las almas cuando se tratan de juzgarse a ellos mismos y, son tan clementes y misericordiosos con ellos mismos, que se diría que no tienen culpa alguna y que son dignos de entrar en el Reino de los Cielos y ocupar uno de los mejores sitios. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos Míos, los juicios que vosotros hacéis tanto interior como exteriormente, nada, absolutamente nada, tienen que ver con los juicios de Dios y, ya os lo dije en el Evangelio, que las prostitutas os adelantarían en el Reino de los Cielos (Mt 21,31). Pero hijos, eso no quiere decir que Yo apruebe la prostitución ni mucho menos, quiere decir que solo Yo veo los corazones y se las intenciones y los motivos o razones que a cada alma le llevó a determinada acción, y Yo juzgaré según el interior de las personas, y vosotros hijos Míos, juzgáis según lo exterior y por eso os equivocáis tanto. Yo, Jesús, os hablo.
Vosotros sois muy clementes a la hora de juzgaros y os disculpáis de vuestras malas obras, de vuestras negligencias, de vuestros pecados de omisión, pero vuestro juicio para nada os servirá ante Mí porque os juzgaré con precisión exacta y según las intenciones de vuestro corazón. Os pediré cuentas de las gracias que malograsteis y de las que rechazasteis. Os pediré cuenta de las obras buenas que solo hicisteis para que os vieran o para alimentar vuestra vanidad. Las obras que hicisteis para ser vistos por los hombres ya tuvieron su paga (Mt 6, 1-2) y muchas no os servirán para nada en el Reino de los Cielos, porque Yo también os dije que vuestra mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, (Mt 6, 3) así que hijos, ahora que estáis a tiempo de merecer y de haceros con una riqueza espiritual, no malogréis los días, las horas, los minutos, ni los segundos. Cada segundo cuenta en Mi juicio, se os pedirá cuentas de como se empleó cada momento, porque Yo Soy el único Juez justo, el único que juzga con verdadera justicia y rectitud. Yo, Jesús, os hablo.
Emplearé Mi misericordia sí, pero también seré riguroso en juzgaros. Así pues hijos Míos, esforzaos por entrar por la puerta estrecha (Mt 7,13), esforzaos por santificaros con disciplina, sacrificio y penitencia. Ancho es el camino que lleva a la perdición (Mt 7,13), ancho y permisivo y Yo os digo que solo tenéis una vida y que no la malogréis. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz a todo aquel que crea en estos mensajes y los ponga en práctica.
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