Son como luceros insondables porque son espíritus purísimos y dan gloria inmensa a Dios Todopoderoso

Luceros insondables son los Ángeles del Cielo que están para vuestra custodia, para que no os perdáis en esta vida que es de paso hacia la eternidad. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Hijos de Dios, los Ángeles son espíritus bellísimos que gozan de la beatitud de Dios y se mueven en el Cielo dando a la gloria celestial una belleza única e incomparable, pues ellos, hijos de Dios, son como luceros insondables porque son espíritus purísimos y dan gloria inmensa a Dios Todopoderoso. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Hijos de Dios, debéis rezar más a vuestros Ángeles y encomendarles cada día que comienza, porque ellos, están para custodiaros y cuanto más los invoquéis, y cuanta más conciencia tengáis de su presencia entre los hombres, más eficaz será su ayuda, porque veréis en muchas circunstancias la ayuda de vuestros Ángeles de la Guarda o de los Ángeles del Cielo. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Cuando viajéis debéis invocar a vuestros Ángeles de la Guarda para que no permitan que tropecéis, ni tengáis un mal viaje. Deberíais de tener estampas o medallitas sobre los Ángeles de la Guarda que tan poco proliferan, para que os sea más fácil dirigidos a ellos y enconmendarles vuestros asuntos.

Ellos están gustosos de ayudaros cuanto puedan, pero vosotros que creéis en el demonio y lo tenéis a veces muy presente, no pensáis en que los demonios son Ángeles caídos y que los Ángeles que no cayeron están ahora en la gloria celestial deseosos de ayudaros a que vosotros también la alcancéis. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Son muchos los Ángeles que rodean el Trono de la Reina Celestial Vuestra Madre y Señora, y Ella, tiene un gran poder sobre los Ángeles que se le someten y la veneran como se merece por ser su Reina y Señora. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. Acudid cada día a vuestro Santo Ángel de la Guarda, rezadle, pedidle ayuda en las circunstancias de vuestra vida y veréis como su ayuda la notáis y la veis constantemente en vuestra vida. Sí, hijos de Dios, sí, no os olvidéis de los Ángeles, que ellos son verdaderos vencedores contra los demonios que también son espíritus angélicos aunque caídos y conformados en el mal, por eso, contra Satanás los Ángeles son también muy eficaces y lo mismo los Santos Arcángeles y la Reina de todos los Ángeles María Santísima. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.