Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

15 julio, 2010

Os pido oraciones, sacrificios y Misas por vuestros hermanos en la fe

Las luchas interiores que padecen muchísimas almas en todos los aspectos, deben ser secundadas con mucha oración por la comunidad, bien en los grupos de oración, bien por cada alma en particular. Yo, Jesús, os hablo.

Muchas almas e hijos Míos que Me aman y que Me sirven, padecen terribles desolaciones que Yo permito como purificación para ellos. Pero esas almas que padecen tanto y que a veces sus padecimientos solo Yo y sus confesores conocemos, deben ser socorridas con oraciones y Misas por la Comunidad cristiana, para que superen satisfactoriamente sus duras pruebas.

Se debe pedir a Mi Santa Madre por esas almas que padecen tribulaciones, y Ella que es la Reina de los Mártires, acogerá vuestras súplicas con amor y efectividad. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, no es necesario que conozcáis los nombres de quienes padecen en vuestra comunidad parroquial, basta con que roguéis por ellos en general y Yo aplicaré vuestros rezos a quien le sea más necesario. Pero poned en vuestros rezos a estas almas que sufren, que viven atormentadas por muchas cosas que vosotros ignoráis. Pedid para que no sucumban al desaliento, para que se mantengan en todo momento firmes en la fe y sigan adelante con su cruz a cuestas. Yo, Jesús, os hablo.

Son muchos los que viven en sufrimientos. Algunos por su soledad, otros por sus matrimonios, otros por sus enfermedades, otros por sus oscuridades, sí hijos, sí, hay mucho dolor en vuestro entorno con apariencia de felicidad, pero Yo que conozco la vida de todos, os pido oraciones, sacrificios y Misas por vuestros hermanos en la fe, para que salgan airosos de sus pesares y cruces, algunas ya demasiado prolongadas. Yo, Jesús, os hablo. Es una gran obra de misericordia rezar por estas almas, que aunque no sepáis quienes son, muchas de ellas las tenéis tan cerca que os sorprendería si lo supieseis.

En mi paso por la Tierra lo hice haciendo el bien, curando toda clase de dolencias, ahora en el Cielo quiero seguir haciendo el bien por vuestro medio, por eso, pedidme por vuestros hermanos, hijos Míos, para que vuestra oración de intercesión llegue a Mi Trono y caiga sobre vuestros hermanos para ayudarles en sus penas y tribulaciones. Yo, Jesús, os hablo. Imitad a Mi Santa Madre y Vuestra en Su ardiente caridad, no os desentendáis del dolor ajeno, no pidáis solo para vosotros, pedid también para aquellos que aunque desconocéis quienes son, sufren y padecen pesadas cruces. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.

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