Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

23 mayo, 2010

Rezad hijos por los pecadores, rezad la coronilla de la Divina Misericordia por ellos


Hace tiempo que espero que las almas se Me ofrezcan por los pecadores y no Me pongan condiciones. Yo, Jesús, os hablo. Los pecadores son almas que producen rechazo porque sus vidas son repugnantes, hablo de los pecadores empedernidos, como homicidas, maltratadores, alcohólicos, etc. Pero por esos pecadores se Me ofrecen muy pocas almas porque no suscitan amor. Y Yo, hijos Míos, morí también por ellos, es más, que no vine a por los justos sino a por ellos, a por los pecadores. Yo, Jesús, os hablo.

Deseo que os ofrezcáis por ellos y Me pidáis encarecidamente por su salvación, casi Me obliguéis a ello, porque aunque en vuestras almas no tenéis grandes méritos que ofrecer para la salvación de los pecadores, unidos estos méritos a los Míos tendrán infinito valor. Yo, Jesús, os hablo.

Cada día mueren millones de almas de las que muchas se condenan porque nadie rezó por ellas, o porque las oraciones que hicieron fueron escasas y de fe débil. Rezad hijos por los pecadores, rezad la coronilla de la Divina Misericordia por ellos, para que Mi Sagrado Corazón al ver vuestro interés en salvar almas, no se deje ganar en generosidad y las salve, El que puede. Yo, Jesús, os hablo.

¡Enfermos! Ofreced vuestros sufrimientos, vuestro estado de postración por los pecadores, hay entre vuestros familiares pecadores que necesitan mucha oración y sufrimientos para salvarse, ofrecedles los vuestros unidos a los Míos, y así, vuestros sufrimientos tendrán valor infinito si los unís a los Míos, Yo, Jesús, os hablo.

¡Sacerdotes! Os pido que celebréis la Eucaristía por determinados enfermos de vuestra parroquia, sin dar lugar a que os pidan misas. Ofrecedlas de vuestra cuenta, sin estipendios, sin encargos, solo por misericordia a los enfermos que tenéis en vuestras parroquias y que Yo os encomiendo. En el sacrificio de la Misa Yo Soy la Victima Santa y Expiatoria que se ofrece, es el mejor medio de intercesión que podéis ofrecer al Cielo, porque la Misa contiene toda clase de gracias y méritos para ser aplicados a pecadores y a enfermos. Yo, Jesús, os hablo.

Y a vosotros, grupos de oración, rezad por los pecadores, Me refiero a los empedernidos tanto si los conocéis como si no, y también por quienes son pecadores públicos, porque Yo deseo que vuestra misericordia unida a la Mía, se aplique a las almas pecadoras, para que su conversión sea efectiva. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz esté con todo aquel que ponga en practica este mensaje.

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