Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

04 diciembre, 2011

Mi enemigo mortal quiere hundirlos y que se desalienten de tal forma que pidan la secularización

Alma Mía. Quiero que escribas y te dirijas a Mis sacerdotes, a esos sacerdotes que Yo llamé y que les dí con tanto amor el don del sacerdocio. Quiero que les digas a todos en general y a cada uno en particular, que Yo cuando los llamé ya sabia que muchos por su debilidad, caerían en el pecado una y otra vez. Pero aquí estoy Yo, Su Hermano, y les hablo para que sepan que debo ser para ellos su fuerza y, que tantas veces como caigan en la tentación, tantas veces vengan a Mí y Me presenten sus miserias y caídas, porque Yo los amo a todos infinitamente.

Mi enemigo mortal quiere hundirlos y que se desalienten de tal forma que pidan la secularización al sentirse indignos de celebrar la Misa y tocar Mi Sacratísimo Cuerpo, o porque se sienten mal cuando absolven pecados ajenos y se consideran ellos más indignos que los que se confiesan, o porque sufren cuando dan consejos en Mi nombre y ellos mismos no sepan aplicárselos. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos sacerdotes, no os desalentéis si poniendo los medios para no caer en la tentación, aun así caéis porque os falta hacer más horas de oración y sacrificaros más en las cosas del cuerpo. Debéis ayunar más y orar asiduamente. La oración en el Sagrario os salvará de muchas, muchas caídas y os hará vencer fácilmente la tentación, la cual os hace humildes y comprendéis mejor a las almas que caen una y otra vez casi siempre en el mismo pecado.

Hijos Míos, sacerdotes amadísimos de Mi Divino Corazón, Mi gracia nunca os faltará, pero Mi gracia tiene que ir unida a vuestra colaboración y voluntad de querer enmendaros y salir del pecado. No puedo hacerlo todo Yo, tenéis que pedirme que os libre de la tentación y tenéis que orar constantemente para que no caigáis en ella. Yo, Jesús, os hablo.

Se que sois miserables. Se también que tenéis deseos de enmendaros, pero tenéis que poner los medios, todo lo que esté de vuestra parte, y allí donde vosotros no alcancéis, Yo os supliré con Mi gracia y con Mi amor. Id a Vuestra Santa Madre que tanto, tanto os ama. Ahora viene su Inmaculada Concepción, acogeros a Ella y rogadle morir antes que pecar y Ella si se lo pedís con fe y humildad, os ayudará. Hijos Míos, si acudís a Nosotros en vuestras caídas veréis como no os dejamos, pero sed humildes, no os desalentéis, tratad de aceptaros tal y como sois y cuando tengáis Mi Sacratísimo Cuerpo, vosotros que sois pecadores, consideraros indignos de ello y pedidme que Yo que Soy poder y amor os saque de vuestra inmundicia. Yo, Jesús, os hablo.

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