Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

30 noviembre, 2011

Quien invoca a Mi Santo Espíritu pidiéndole fortaleza y luz, es un alma que ha entendido muy bien su pequeñez y reconoce que sin Dios nada puede

Hijos Míos, Soy Jesús de Nazaret quien os habla. Deseo que Me escuchéis con atención y que pongáis en práctica estos mensajes que tan misericordiosamente el Cielo os da por medio de este instrumento.

Hijos Míos, quien invoca a Mi Santo Espíritu pidiéndole fortaleza y luz, es un alma que ha entendido muy bien su pequeñez y sus limitaciones y que reconoce que sin Dios nada puede. Yo, Jesús, os hablo.

Porque Mi Santo Espíritu es el Iluminador de las almas y esa es su misión, iluminaros en todas las circunstancias de la vida, sobretodo, en las cosas referentes a la salvación eterna. Nadie debe creer que por sí solo puede salvarse, porque sin Dios no podéis nada, ni los grandes santos pudieron nada sin Dios, menos vosotros que sois tan pecadores e imperfectos. Yo, Jesús, os hablo.

Debéis pedir siempre ayuda al Cielo, bien por medio de Mi Santo Espíritu, bien por medio de Mi Santa Madre, o de vuestro Santo Ángel de la Guarda, porque Ellos pedirán para vosotros luz al Espíritu Santo. Yo, Jesús, os hablo.

Cuantas veces os veréis en una disyuntiva a la hora de escoger para vuestra alma lo que más os convenga, por eso la luz de Mi Santo Espíritu os es tan necesaria y, si pedís bienes materiales que Yo apruebo, como trabajo, sacar unos exámenes, unas oposiciones, debéis pedir también bienes espirituales que tan necesarios os son en el camino hacia Dios, porque hijos, sin luz no llegareis nunca al destino eterno, y solo el Cielo os puede dar esa luz a través de los medios que ya tenéis como son la Palabra Sagrada, libros buenos y santos, mensajes auténticos, sacerdotes rectos y ejemplares, todo eso, hijos, son medios para el bien de vuestras almas. Yo, Jesús, os hablo.

Quien de verdad desea salvarse, debe procurarse los medios para ello. Nadie iría a un lejano país a pie y pretendiera llegar en 7 días, pero si tomara los medios adecuados de locomoción llegaría en mucho menos tiempo y en condiciones óptimas algo que no sucedería así trasladándose a pie.

Mi Santo Espíritu a través de los medios que escojáis para caminar hacia Dios, os dará la luz, pero siempre, siempre invocadle cada vez que empleéis uno de esos medios. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz a todo aquel que lea estos mensajes y los ponga en práctica.

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