Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

18 septiembre, 2011

Yo deseo que Mis almas pequeñas que tanto Me aman, Me hagan actos puros de amor en cada hora y en cada instante

Actos puros de amor deseo que se Me hagan en cada hora y en cada instante. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Mios, aquellos que Me amáis de verdad, aquellos que sufrís por MÍ y por todo lo que hay en Mi Iglesia, os pido que Me hagáis a menudo, casi constantemente, actos de amor, porque ellos hijos Míos, no os impedirán cumplir con vuestras obligaciones, ni distraeros de las mismas, y así, como hay blasfemias constantemente que llegan a Mis oídos y que son el dolor perenne de Mi Madre, hacedme vosotros en reparación y para Mi consuelo actos verdaderos de amor salidos del corazón, sin que los digáis ni por rutina, ni automáticamente. Yo, Jesus, os hablo.

¡Qué consuelo tan grande es para alguien ver que es amado de verdad y reconocido! Yo deseo que Mis elegidos, Mis verdaderos discípulos, Mis almas pequeñas que tanto Me aman, Me hagan esos actos de amor, porque ellos Me consuelan mucho de tantas ingratitudes y de tantas obscenidades y blasfemias que hay en el mundo. Allá donde haya una blasfemia que Me llegue un gran acto de amor vuestro. Unid vuestro amor al de Mi Madre, y así, todo será aun más efectivo y de mayor consuelo para Mí.

También en Mi vida terrenal Mi Madre oía blasfemias de Sus contemporáneos y se le partía el Corazón, y a la vez que resarcía a Dios Altísimo de las mismas, pedía perdón y misericordia por aquellos que blasfemaban, Ella reparaba constantemente a Dios Altísimo y lo mismo Mi padre José, por todas las cosas que oían que tanto les hacían sufrir. Yo, Jesús, os hablo.

Ahora, almas de Mi Divino Corazón, os pido que seáis vosotros quienes hagáis la misma labor que hacía Mi Madre, reparar, consolarme y pedir perdón por los que blasfeman de una forma u otra, no siempre la blasfemia es con palabras, y así, Mi Corazón herido por tanto ultraje e ignominia, se sentirá algo consolado por vosotros almas pequeñas, fieles a Mí en todos los momentos de vuestras vidas. Yo, Jesús, os hablo y os lo pido. Mi paz a todos vosotros que Me amáis y procuráis darme consuelo de tanta infamia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario