Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

11 septiembre, 2011

Grandes y claros horizontes tienen los cristianos que comprendiendo la grandeza de la fe católica, la viven en todo su apogeo


Grandes y claros horizontes tienen los cristianos que comprendiendo la grandeza de la fe católica, la viven en todo su apogeo y no la dejan ni por pruebas que padezcan, ni por placeres lícitos que disfruten, ni por ninguna otra causa. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que habiendo recibido en su vida la fe católica y no la vive y es cristiano solo de nombre, lamentará eternamente su desidia, su apatía, el tiempo perdido, porque si supierais lo que es el Cielo y lo que es el Infierno en su total realidad y crudeza, ni un solo día dejaríais de practicar la fe católica y vivirla tal cual se debe vivir. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, quien Me ama de verdad guarda Mis mandamientos y no dice yo creo pero no practico, porque hijos, los demonios también creen y ahí están en el Infierno eternamente. Hay que creer y vivir lo que se cree, dando ejemplo y esforzándose cada vez más por vivir la fe más santamente. Yo se de sobra vuestras flaquezas, vuestro estado de salud, vuestros problemas, pero en todas esas cosas os ayudará y no poco, vivir vuestra fe y ofrecerme cada día los sinsabores que tengáis, que ya tornaré Yo en gozos muchos de ellos, si no en esta vida en la otra. Yo, Jesús, os hablo.

Decir que creéis en Mí y proclamar que Soy el Hijo de Dios, pero luego Me apuñaláis por la espalda porque no sois santos las 24 horas del día ni los 365 días del año, si no solo sois buenos a ratos y una bondad en muchos casos de conveniencia, hijos a la hora de juzgaros Me lo ponéis muy difícil, porque tenéis tantos, tantos fallos y faltas que necesitareis abundancia de misericordia. Yo, Jesús, os hablo.

Sed hijos que Me den alegría en esta vida. Sed hijos que Me consuelen a Mí y a Mi Madre en este mundo. Nos buscáis solo para pedir ayuda en vuestros problemas, pero que pocos Nos ofrecéis consuelo y verdadero amor. Así que hijos Míos, esforzaos más, tratad de vencer las batallas de cada día y eso ya os predispondrá a vencer con más facilidad las que después venga. Yo, Jesus, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.

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