Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

08 junio, 2011

Dictado 510 del Sagrado Corazón dado el 1 de junio de 2011

Hijos Míos, hoy comienza el mes consagrado a Mi Divino Corazón y, muchas almas lo han considerado y se movilizan para ofrecerme actos extras. Pero hijos, muchos sacerdotes, sacerdotes que llevan años en su ministerio, no hacen nada por aliviar y consolar Mi Divino Corazón de tantas ingratitudes como recibo y de tantos ultrajes, y Yo quisiera que Mis sacerdotes se movilizaran para hablar a los fieles sobre Mi Santo y Sagrado Corazón, dándoles a conocer Su grandeza y Sus promesas, y los acercaran A Mí a través de actos piadosos extras hacia Mi Divino Corazón que tanto ama Mi Padre Eterno. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que haga poco o mucho por Mi Sagrado Corazón no quedará sin recompensa, porque Yo pago con creces lo que hagan por Mí, siempre que sea su amor hacia Mí el que los mueva y no la vanagloria o el afán de protagonismo.

Mi Madre Santísima es la primera que en este mes santo litúrgicamente Me consuela de todos los males y pecados que recibo, que los salivazos de los que Me crucificaron no son nada en comparación con lo que ahora recibo. Fieles que van a comulgar sacrílegamente, sacerdotes que celebran indignamente, obispos que solo piensan en su reputación y no en su sagrado y especial ministerio. ¡Ay hijos! ¡Cuánto dolor para Mí que tanto os amo y tanto os dí! ¡Cuánto dolor!

A vosotras almas pequeñas que hacéis cosas en honor de Mi Corazón Divino, os miro con benevolencia y os llevo en Mi Corazón y os llevaré por toda la eternidad, porque quien Me ama en la Tierra Yo lo amaré en el Cielo, y quien Me ama en esta vida, Yo lo amaré en la otra. Yo, Jesús os hablo y os bendigo. Mi paz y la de Mi Padre Eterno estén siempre con vosotros.

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