Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

05 abril, 2011

¡Malditos seréis! ¡Malditos vosotros y vuestros hijos! Una bestia Me da más gloria que vosotros que os tenéis por seres racionales

La Humanidad pecadora que se ha apartado de Dios Altísimo para vivir peor que en los tiempos de Sodoma y Gomorra, o en tiempos de Babel, va directamente y en picado hacia la perdición eterna. Padres, madres, hijos, hermanos, tíos sobrinos, familias enteras, van camino de la condenación eterna, porque su rostro no lo quieren volver a Dios y erradicar sus pecados actuales, que llevan al abismo eterno de las tinieblas a familias enteras. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos de Dios ¿dónde están vuestras luces? ¿dónde vuestra razón e inteligencia? Una bestia Me da más gloria que vosotros que os tenéis por seres racionales. pero hijos, ¿no os dais cuenta que a lo largo de la historia el pecado ha sido siempre castigado por Dios?

Mando catástrofes para que os hagan despertar del letargo mortal en que estáis y no sois capaces de daros cuenta que el Cielo reclama adoración, moral, virtud, y vosotros seguís pecando y pecando sin importaros para nada las consecuencias terribles que el pecado os traerá a vosotros y a vuestros hijos. Yo, Jesús, os hablo.

Decís que amáis a vuestros hijos y los dejáis en manos de Satanás que los inducen a la orgia, a la bebida, a la promiscuidad, al aborto, a toda clase de excesos y, darán cuentas a Dios de sus deleznables acciones y no les aconsejáis porque vosotros mismos vivís sumidos en el materialismo, en deseos terrenales, a veces viles, innobles, y no tenéis tiempo para dar culto a Dios. Estáis lanzando a vuestros hijos a la condenación eterna, porque no les dais ejemplo ni les habláis de Dios, ni de moral alguna y los dejáis a su aire bajo el pretexto de que (ya) son mayores de edad. ¡Ay generación corrupta, contaminada como ninguna otra por el pecado, por el crimen del aborto! ¡Malditos seréis! ¡Malditos vosotros y vuestros hijos! que lamentaran eternamente la permisividad que le disteis y tolerasteis, haciendo caso omiso a lo que descubrís y veis. Yo, Jesús, Juez Eterno, os hablo y os advierto.

Quien lea estos mensajes que los ponga en practica, Porque sino ellos mismos serán acusadores de sus deleznables acciones. Yo, Jesús, el Hijo de Dios Altísimo, os hablo. Paz a quien propague estos mensajes.



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