Hijos Míos, los sacramentales son muy poderosos según la fe que tenga quien los use. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos Míos, es de Mi agrado que llevéis en vuestra carteras, bolsillos o bolsos, algún sacramental como signo de vuestra fe en Mí. Llevadlo bendecido por un sacerdote y tenedlos siempre encima para que os ayude en las tentaciones y espante a los demonios. Ponedlos a vuestros moribundos cuando ya en agonía libren la última batalla y rezad a Mí y a Mi Santa Madre para que ese sacramental surta efecto en vosotros o en quienes los pongáis. Yo, Jesús, os hablo.
Todo lo que sea algún signo de vuestra fe, a Mí Me agrada: rosarios, medallas, crucifijos, porque aquel que de una manera u otra porta algún signo de la fe católica, está dando testimonio de ella. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos, hoy en día está muy de moda los amuletos o las cosas de las ciencias ocultas, de la adivinación, de horóscopos, pero eso es todo un engaño, porque nadie sabe el porvenir, ni nadie lo puede adivinar, solo Yo se lo que vendrá y a aquel que quisiera (Yo) revelárselo. No os toméis tan en serio lo que los medios de comunicación os dicen, porque os están ofreciendo cosas que no son realidad y que para nada os servirán en la salvación de vuestras almas. Leed en la Biblia (Dt. 18, 10-12) (Jer. 29, 8-9) y ved que ya desde antiguo Dios no deseaba esas cosas que siempre ha habido: brujos o adivinos, para lanzar profecías que no son tales y condicionan a las almas a hechos o circunstancias que no se producirán. Yo, Jesús, os hablo.
Yo Soy la Verdad y la Vida del alma. Solo Yo Soy el verdadero camino de santidad, por eso hijos Míos, venid a Mí.
Traedme vuestras penas y pesares, vuestras preocupaciones y problemas, todo (ponedlo) en Mi Divino Corazón o en el Inmaculado Corazón de Mi Santa Madre y Vuestra. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz a todo aquel que lee este escrito y lo pone en práctica.
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