Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

27 febrero, 2010

Os he puesto medios para que vuestra vida cristiana sea fructífera, pero los medios que os he puesto como los sacramentos los utilizais según vuestras conveniencias, erradicando el sentido cristiano de los mismos


Carácter imborrable (indeleble) imprimen algunos sacramentos como son el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacerdotal. Yo, Jesús, os hablo.

Muchos católicos y cada vez más, al bautizar a sus hijos hacen del sacramento un acto social, sin profundizar en el misterio tan grande que es pertenecer como hijo de Dios a la Santa Madre Iglesia. No es que Yo censure la celebración que hacéis, pero lo que debéis celebrar es saber que ese niño pertenece a la Santa Madre Iglesia y no paganizar el profundo sentido que tiene este sublime sacramento.

De todo esto tienen mucha culpa Mis sacerdotes que no instruyen como es debido a padres y padrinos, y la mayoría, se conforman con bautizar al nuevo miembro de la familia, instruyendo parcamente a los padres y familiares de todo lo que significa el bautizo.

El bautismo imprime en el alma una señal imborrable, por eso, quien se bautiza ya está bautizado y no puede dejar de estarlo. Luego si de mayor apostata de la fe católica y aunque esté bautizado, este sacramento se quedará estéril en su alma y no dará el fruto correspondiente. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, os he puesto toda clase de medios para que vuestra vida cristiana sea de calidad, llevadera y fructífera, pero vosotros utilizáis los medios que os he puesto como los sacramentos, según vuestras conveniencias, erradicando el sentido cristiano de los mismos, y así, esos sacramentos recibidos en tan pésimas disposiciones, no dan de sí lo que deberían si se recibieran en otras condiciones. Yo, Jesús, os hablo.

No tiene la culpa el bebé que se bautiza, pero sí los familiares que lo cuidan que deben enseñarle los dogmas y puntos de la fe católica, según la edad del niño, y deben enseñarle a rezar y transmitirle la fe. Yo, Jesús, os hablo.

Os preocupáis inmensamente por la salud del niño que ha nacido y forma ya parte como un miembro más de la unidad familiar, pero no os preocupáis de que su alma sea impecable ante Mi mirada, y así el niño, crece en el plano humano conociendo y aprendiendo cosas, pero en el plano sobrenatural lo dejáis desnutrido, raquítico en las cosas de Dios, porque en muchos casos lo lleváis a la catequesis de la Parroquia para que el párroco os lo admita a la Primera Comunión, otro sacramento del que habéis hecho un acto social. Yo, Jesús, os hablo.

Padres y madres, abuelitos y abuelitas, debéis enseñar al niño los puntos de la fe católica, la señal de la Cruz, las oraciones asiduas como el Padrenuestro y Avemaría y todo aquello que adaptado a su edad le ayude a estabilizarse en la fe católica como bautizado e hijo de Dios. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. La paz de Mi Corazón Divino esté con todos vosotros.

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