Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

23 febrero, 2010

Necesito almas víctimas que se ofrezcan por los sacerdotes porque cada vez más, aumenta el número de los que se corrompen

Criterios humanos y del mundo induce Mi enemigo mortal en las almas de los sacerdotes para contaminarlos y hasta corromperlos, y que su santo ministerio sea infructuoso. Yo, Jesús, os hablo. Hijos Míos, hijos de Mi Santa e Inmaculada Madre, todo lo que recéis y os sacrifiquéis por los sacerdotes siempre será poco, pues si no fuera porque Mi Santa Madre os suple en todos vuestras peticiones, éstas no alcanzarían nada del Cielo.

Pero ved que Yo a Mi Madre no le niego nada, y cuando rezáis y pedís por causas nobles y santas, Ella Me presenta las oraciones y las suple con sus méritos incalculables y Yo Buen Hijo para con Ella, a la que Me dio tanto en la tierra, no le quiero negar nada en el Cielo. Pero hijos necesito almas víctimas que se ofrezcan por los sacerdotes porque cada vez más aumenta el número de los que se corrompen. Y a vosotros sacerdotes Míos que escogisteis este camino de santificación, os digo que debéis esforzaros más por cumplir adecuadamente vuestro ministerio.

No debéis relacionaros tanto con las cosas del mundo donde la contaminación es extrema. Revistas, películas, viajes. cafeterias, y demás cosas que os pueden dañar vuestra singular vocación, debéis evitarlas de la misma forma que evitaríais un alimento podrido o contaminado. Si no ponéis de vuestra parle, las oraciones poco conseguirán pero si os esforzáis, las oraciones suplirán lo que vosotros no alcancéis. Revisad vuestra vida y ved si dais la talla como sacerdote. Tenéis que tomar muy en serio vuestros compromisos ministeriales y no relajaros tanto en las cosas de Dios y de la Santa Madre Iglesia.

Obedeced a Mi Papa, os guste o no, obedecedle. La obediencia es algo que Me agrada mucho y la lleno de bendiciones, y cuando veáis que alguno de vuestros hermanos de ministerio toma caminos de perdición, intentad ayudarle con gran misericordia. Si esto os produce rechazo o respetos humanos, pedid por el ante Mi Sagrario y en la Santa Misa una y otra vez, porque cuando Me representáis adecuadamente (en la Misa) tenéis un gran poder de intercesión ante el Trono de Mi Padre Celestial. Yo, Jesús, os hablo. Con que amor escogisteis este camino sacerdotal para el bien de las almas y de la Santa Madre Iglesia. No debéis bajar escalones y cansaros. Cualquier estado de vida tiene sus pros y sus contras, el vuestro no es el único. Pero poned freno y remedio cuando descubráis que la apatía, la desilusión, la contaminación del mundo en vuestros criterios, están tomando terreno.

Mi Madre os espera amorosamente. Lo que un sacerdote le pida, no se lo negará y se lo concederá en el momento oportuno, pero no os canséis de luchar, de rezar, de someter vuestra voluntad haciendo lo contrario de lo que Satanás desea o lo que el mundo os dice. Sed conscientes de que os puede costar la salvación del alma y la de otras almas vuestra mediocridad. Dirigiros también a un santo sacerdote y exponerle vuestras luchas interiores y vuestro retroceso. Yo, Jesús, os hablo, porque no os quiero perder, hijos de Mi Corazón, sacerdotes Míos.

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