Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

01 noviembre, 2010

Sinsabores no os van a faltar y habrá días en que no podáis soportar tanta amargura

Hijos Míos, los sinsabores no os van a faltar y habrá días en que no podáis soportar tanta amargura. Yo, Jesús, os hablo. Pero quiero que sepáis que todo está previsto por la Providencia que lo que más desea es vuestra santificación y el bien de las almas. Yo, Jesús, os hablo.

No temáis nada cuando las cosas vayan mal, es entonces cuando Me tenéis que demostrar realmente vuestro amor y vuestra confianza. Yo se lo que tengo que hacer y como lo tengo que hacer, Yo se hijos Míos, lo que tengo que permitir y lo que no tengo que permitir. Pero quiero que sepáis cuantas personas sufren por Mi causa, que en el transcurro del tiempo las almas que Me aman siguen haciendo el bien aunque no vivan ya en la tierra, pues su vida, sus actos, las vicisitudes que pasaron ayudan a otras almas que en el correr de los siglos aman a Dios con sus pros y sus contras. Yo, Jesús, os hablo.

Grande es que Me ofrezcáis un acto de amor, sí hijos, Me agrada mucho cuando Me ofrecéis un acto de amor, o vivís pensando en Mí, pero cuando Me ofrecéis las penas, los sufrimientos, a Mí Me glorifica y Me agrada aun mucho más, porque hijos, con ello Me demostráis la fe que Me tenéis y el abandono en Mi Divino Corazón de que seré Yo el que salga al frente de todo si vuestra fe en Mí se mantiene.

No dudéis hijos Míos, no dudéis nunca de que Yo os asistiré en la tribulación, recordad a Mi apóstol Pedro que se hundió en las aguas porque dudó de Mí, ved en el Evangelio la simbología de las cosas, ved y aplicárosla, porque vosotros en el lugar de Pedro también os hubierais hundido por falta de fe. Es la falta de fe la que os hunde, no el sufrimiento, tenéis que creer a pesar de que todo se ponga en contra, tenéis que creer que Yo puedo todo y lo quiero. Recordad la resurrección de Lázaro, ¿acaso no es mucho más difícil resucitar un muerto que libraros de una tribulación?

Hijos no dejéis de creer en Mí en los días de prueba, en la oscuridad, en la amargura, porque Yo se hijos Míos hasta donde debo permitir, eso no quiere decir que no Me supliquéis que acorte la prueba, o que Me pidáis que os de más fe, eso Me agrada, pero toda vuestra aptitud toda vuestra compostura debe girar en torno a Mí, porque solo Yo os puedo ayudar. Yo, Jesús, os hablo y os aviso. Mi paz a todo aquel que lea y crea este mensaje

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