Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

13 octubre, 2010

Los sacerdotes tienen un ministerio sagrado, tan grande y sublime, que no hay otro en la Tierra que lo iguale

Los sacerdotes son seres humanos cargados de flaquezas, de peligros, de defectos y no son ángeles, pero ellos hijos Míos, tienen un ministerio sagrado, tan grande y sublime que no hay otro en la Tierra que lo iguale. Los sacerdotes a pesar de sus flaquezas son personas escogidas por el Cielo para desempeñar ese sagrado ministerio, y aunque no entendáis como el Cielo hace la elección para escoger a determinados hombres para el sacerdocio, eso son misterios que Me reservo y que no tenéis porqué entenderlos. Yo, Jesús, os hablo.

Un sacerdote desempeña un papel en el mundo más importante que los gobernadores, que los legisladores, que los jueces, que los reyes, que los príncipes, que los médicos. Los sacerdotes son instrumentos del Cielo (hablo de los verdaderos sacerdotes) pero eso no quiere decir que sean perfectos, porquen no lo son, de ahí, la necesidad de rezar mucho por los sacerdotes, porque como tienen el ministerio más grande de la Tierra, deben cumplirlo admirablemente, si bien, ellos necesitan más oraciones que nadie para que lo cumplan según la voluntad de Dios y bien de las almas. Yo, Jesús, os hablo.

Si os faltasen reyes en la tierra, si os faltasen médicos, jueces u otras clase de profesiones, podríais seguir viviendo sin dificultad, pero si os faltan los sacerdotes que son los que atienden y sanan vuestras almas, os faltaría el enlace entre el Cielo y la Tierra que son los sacerdotes, porque ellos os perdonan los pecados porque Yo les dí ese poder (Jn 20,23), ellos os administran los sacramentos porque Yo les conferí por medio de su ordenación ese poder (Lc 22,19) Nadie puede consagrar más que un sacerdote, nadie puede perdonar más que un sacerdote, nadie puede daros los sacramentos más que un sacerdote, y vosotros almas queridas de Mi Divino Corazón, no sois conscientes de la necesidad que tenéis de santos y rectos sacerdotes y, de la necesidad que tienen ellos de oraciones y sacrificios. Yo, Jesús, os hablo.

Pero hijos, también los sacerdotes deben rezar por sus hermanos los sacerdotes, porque ellos también necesitan de su ministerio, puesto que a sí mismos no se pueden perdonar los pecados, por tanto, todos debéis rezar por los sacerdotes y no escatimar medio alguno para que cumplan santamente con su ministerio, no se tuerzan, y superen los muchos peligros a que están sometidos al estar dentro del mundo. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz y la de la Santísima Trinidad estén con todos vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario